El alquiler ha ido ganando adeptos con el paso del tiempo. Poco a poco los españoles vamos cambiando de mentalidad y ya no somos tan partidarios de comprar como de alquilar. Forzados un poco por el coste económico que supone la compra de un inmueble y por el cambio de mentalidad propio de los países de nuestro entorno, los españoles vamos apostando cada día más por el sistema del alquiler.
Como es obvio, el alquiler tiene sus ventajas e inconvenientes ya conocidos por todo el mundo, y entre ellas queremos hacer hincapié y tratar de explicar si es posible acceder al alquiler de una vivienda sin tener una nómina que certifique nuestros ingresos y nuestra capacidad económica.
Debemos señalar que para un inmueble no se exige legalmente ninguna nómina ni cuantía de la misma. No obstante, muchos propietarios consideran que exigir eso puede servirles de garantía suficiente.
En muchos casos, a pesar de disponer de una nómina, el arrendador puede no aceptar al inquilino si considera que sus ingresos no son lo suficientemente altos como para afrontar el el pago de las mensualidades del alquiler.
Lo recomendable para el inquilino es analizar su capacidad económica y saber hasta que punto puede llegar para pagar un alquiler.
Pero ¿cuál es la solución si el arrendador nos pide una nómina y no la tenemos? Básicamente podemos ofrecerle otro tipo de garantías como pueden ser: aval bancario (demuestra que tenemos capacidad económica), aval personal de algún familiar o persona cercana, etc.
Disponer de una nómina no es garantía de que el banco conceda una hipoteca. Tampoco asegura el acceso a un piso de alquiler ni permite en todos los casos la financiación de productos que pueden pagarse a plazos. Pero es seguro que no tenerla supone un obstáculo para beneficiarse de todos estos servicios.
En definitiva, no es de obligado cumplimento tener una nómina para poder optar a un alquiler, aunque no tenerla nos dificultará el acceso a determinados servicios.
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