Alquilar o comprar esta es la disyuntiva que tienen los consumidores a la hora de acceder a una vivienda.
El alquiler está cada vez más de moda, pero ¿por qué? Básicamente porque la situación económica del país así lo demanda, ya que la mayor parte de la gente no puede permitirse en la actualidad acceder a una hipoteca y por lo tanto a la compra de un inmueble, pero vayamos por partes y desgranemos cuáles son los puntos fuertes y débiles en casa caso.
Hay razones a favor y contra para que ambas opciones sean consideradas más o menos favorables, pero siempre dependiendo del capital que estemos dispuestos a invertir en ambos casos.
En España siempre ha habido una cultura menos europea en este sentido y los consumidores han visto con peores ojos el alquiler de una vivienda, ya que siempre se ha pensado que comprar es una forma de tener algo en propiedad con lo que el día de mañana afrontar las posibles necesidades que podamos tener.
Pero esta mentalidad está evolucionando con el paso del tiempo y de la crisis y cada vez son más las personas que prefieren alquilar una vivienda antes que realizar un gran desembolso en la compra de la misma por diversos motivos que analizaremos a continuación.
Razones para alquilar
La fórmula del alquiler tiene una serie de ventajas que hace que los usuarios se decanten por este método, entre ellos podemos destacar:
– Más económico que realizar una compra, ya que afrontar el gasto que supone una hipoteca es algo que merma en exceso las economías de las familias.
– Mayor libertad de movimientos por parte del inquilino al no estar “atado” a un sitio en concreto y poder cambiar de lugar de residencia según las necesidades que se tengan.
– El inquilino tiene menos responsabilidades tanto con la administración (pago de impuestos…etc) como con el dueño, ya que es el arrendador el que se ocupa de arreglar la deficiencias y los desperfectos que hayan.
Estas serían las tres razones básicas por las que un alquiler se impondría a la compra de una vivienda, pero como es obvio todo tiene su contrapartida y también existen inconvenientes a la hora de vivir de alquiler. El principal escoyo lo encontramos en que el dueño del piso en el que vivimos puede no renovarnos el alquiler del piso a pesar de que nosotros queramos seguir viviendo en el, lo que supondría que debemos abandonarlo y buscar otra residencia.
Otro motivo sería amoldar la casa de alquiler a nuestras necesidades, algo con lo que podemos encontrarnos con la negativa del dueño a realizar modificaciones o por ejemplo al hecho de vivir con mascotas.
Estos motivos, además del que obviamente el piso no será jamás propiedad del inquilino, hacen que debamos pensar muy bien qué se ajusta mejor a nuestras necesidades y cómo debemos afrontar las necesidades que tendremos en el futuro.