Según un estudio realizado por Alquiler Protegido, empresa pionera en protección a propietarios a nivel nacional, durante el verano se producen situaciones no deseadas y poco agradables para aquellos viajeros que deciden pasar el verano en lugares de costa alquilando un apartamento. 6 de cada 10 veraneantes se encuentran con una casa que no era la esperada
Coincidiendo con la época de verano, y con el afán de embolsarse buenas cantidades de dinero, diversos portales no profesionales en el sector inmobiliario son utilizados por particulares y algunas agencias que lanzan anuncios de apartamentos que no reúnen las condiciones que publicitan
El acceso a Internet ha favorecido el acceso a viviendas en la costa que no necesitan ser vistas con antelación gracias a las fotos y vídeos que se publican en las ofertas online. El mes de Agosto, el más caro del año en el que el precio del alquiler se llega a multiplicar hasta por 12, se produce el mayor número de engaños. Se pagan cantidades elevadas de dinero por conseguir un apartamento cerca de la playa, con vistas al mar, jardín, y otras prestaciones similares. Una vez llegados al destino, los veraneantes comprueban con perplejidad que han sido engañados.
Según explica Alfredo García, Co Fundador de Alquiler Protegido, “Es indispensable confiar los alquileres de estas propiedades a portales y agencias profesionales, pues sólo de esta manera nos garantizaremos que lo que estamos pagando se ajusta a lo que se nos ha ofrecido”. Según una encuesta realizada por esta empresa, “el 68% de los engaños corresponden con la ubicación, en concreto, con la distancia al mar. Estas ofertas engañosas prometen el apartamento en primera línea de playa o a escasos 500 metros, y la realidad es que es necesario un medio de transporte en la mayoría de los casos, suponiendo un trastorno para las familias con niños o personas mayores a su cargo”
Otro de los engaños que más se producen es con respecto a las prestaciones de la vivienda. Aire acondicionado, microondas, lavadora y lavavajillas son anunciados, cuando en realidad son inexistentes. “La excusa más empleada por los arrendadores es la avería de los mismos, casualmente justo antes de su llegada, cuando lo cierto es que o bien no existen, o la avería es de hace tiempo”, explica Alfredo García. También “es habitual que se cuelguen fotografías en los que la perspectiva engaña, o que incluso no corresponden al apartamento anunciado sino a uno similar. Se omiten, por supuesto, los problemas relativos a humedades, plagas de insectos, calor excesivo en la vivienda, falta de luminosidad, etc”.
Otro de los atractivos a la hora de reservar es la existencia de jardines, terrazas y piscinas. Si se trata de particulares, “en muchas ocasiones se encuentran en estado de abandono y descuidados. Salvo que se trate de una propiedad comunitaria, el cuidado de estas instalaciones puede brillar por su ausencia, condicionando el uso y disfrute de las mismas”, revela el Co Fundador de Alquiler Protegido.
Por último, aunque afortunadamente en un porcentaje mínimo, se produce la estafa en toda regla: se anticipa una señal meses antes de la fecha y cuando se llega al destino, no hay tal vivienda. Con un gancho tan atrayente como un precio final a la baja, consiguen numerosos clientes y en consecuencia, grandes cantidades de dinero en concepto de señal de reserva. Esta estafa corresponde a redes organizadas; por ello, desde Alquiler Protegido, recomiendan siempre recurrir a sitios de garantía a la hora de asegurarnos un alquiler de garantía.